miércoles, 17 de noviembre de 2010

LIBERACION O DEPENDENCIA ALGO MÁS QUE UN VIEJO SLOGAN


Cuando comencé mis estudios secundarios en 1983 se vivía el entusiasmo de volver a hablar de política luego de 9 años de dictadura militar. Aparecían nuevos actores de la escena institucional y se desempolvaban viejas expresiones como: Unidos o Dominados, Los únicos privilegiados son los niños, Liberación o Dependencia.

Recuerdo aún a la profesora Adriana del Río explicando lo que significaba depender del Fondo Monetario Internacional y de las superpotencias de un mundo dividido aún en dos, entre Capitalismo y Comunismo. Era entonces cuando se soñaba con no depender más del FMI.

Pasaron los años, superamos los 25 de democracia continua y en el medio de todo esto, tuvimos gobiernos que se encargaron de agrandar la deuda externa y por ende, esa famosa dependencia hacía de aquel sueño de Liberación sea más lejano que una utopía. Padecimos las relaciones carnales de Menem, la nada que hunde de Fernando de la Rúa, el No Pagamos a Nadie de Rodríguez Saa y el Que Dios nos ayude si no hay crédito de Duhalde…y cada vez más dependientes.

Pero un cambio de voluntad política empezó a dibujar una mueca de incipiente soberanía a partir de 2003. Un flaco desgarbado, de saco cruzado y mocasines decidió que Argentina honraría la deuda pero nunca a costa del hambre de los Argentinos. El país cambió y se pagó a plazos, pero se pagó. Como cuando la familia se hace cargo de la deuda que algún tío fiestero dejó usando la tarjeta de crédito sin fondos que respalden.

De a poco fuimos dejando de lado las fórmulas de salvataje del Fondo Monetario que fueron el famoso salvavidas de plomo que nos hizo conocer el Fondo del Fondo. De a poco nos enderezamos… y tomando aire, sacamos pecho y decidimos ser soberanos y no depender de nadie más que de nosotros. Con nuestros aciertos y errores pero bien nosotros.

El Flaco de los mocasines se nos fue, pero quedó una muchacha de La Plata que sostiene las mismas convicciones y decidió negociar unos de los últimos platos rotos con los acreedores pero sin aceptar condicionamientos del FMI. Muchos pusieron el grito en el cielo, preanunciaron que así Argentina se aislaba del mundo y que de ninguna manera el Club de París iba a aceptar esas condiciones y que hasta nos iban a sancionar.

La mariconada les salió mal. La entidad financiera aceptó y no hubo sanción, reconoce la soberanía política, económica e ideológica del país. Parece mentira, pero hace pocos años soñar con no depender del Fondo Monetario era un imposible. Hoy Liberación y Dependencia es algo más que un viejo slogan.

A pesar de los agoreros, de algún lechuceo y del temor a quedar aislados este gobierno decidió que Argentina sea Argentina. Sí, nosotros…con nuestros aciertos y nuestros errores, pero como cantaba Eladia Blázquez: BIEN NOSOTROS
Editorial del Martes 16 de Noviembre de 2010 en el programa CIELO DESPEJADO - Red Solidaria 88.1

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